El blog de 3ro. F y 3ro. A de Escuela ORT, año 2010

martes, 3 de agosto de 2010

"LOS CAZADORES CÓSMICOS" de Philip Dick.

Página 121, ejercicios 1 y 2:
1.Gaidos: son androides similares a los gatos. Poseen un pelaje suave con grandes manchas rosadas sobre su piel de color azul oscuro, sus pelos son muy cortitos ya que ayudan a su gran velocidad, pueden alcanzar hasta 10 veces la velocidad de la luz; tienen dos ojos que llegan a ver a una mosca desde una distancia de un millón de millas y son muy saltones, por eso alcanzan una gran vista periférica; son cuadrúpedos con unas increíbles y garras afiladas como cuchillos que utilizan para cazar sus presas. Provienen del planeta Gaidan en el cual prevalece la ley del más fuerte, sin embargo son una especie muy organizada, dirigida por un gaido o gaida superior: se realiza un reclutamiento de los gaidos jóvenes que están en edad de pelear y realizan un entrenamiento tanto práctico como técnico que dura 164 días terrestres para luego ponerlos a prueba todos contra todos. El que logra vencer a todos se convierte en el gobernante pero las reglas prohíben matar, el gaido que matase accidentalmente es expulsado del entrenamiento y el que matase con intención es desterrado de su planeta ligado a su suerte. Cuando el gobernante muere se vuelve a realizar dicho entrenamiento y así sucesivamente.

2. Luego de haberse apoderado del botín adharano la nave terrestre volvió a su planeta y enseño su tesoro. A la semana, todas las mujeres del planeta llevaban en sus cuellos una o más de estas esferas como habían predicho los soldados de la expedición, pero casi a la semana aquellas hermosas “joyas” comenzaron a abrirse… Era una noche calurosa cuando se abrió el primer huevo en la casa de Silvanus Fry el gerente de Empresas Terrícolas, él había sido el primero en regalarle una de esas esferas a su mujer ya que se guardó una de ellas luego del ataque a los adharanos. El tiempo caluroso junto con el calor del cajón de la mesa de luz de la señora Fry ayudaron a la incubación del huevo. La esfera comenzó apagando su fuego, luego se fue tornando a diferentes tonos de gris hasta quedar negra. Se hizo una pequeña grieta en el huevo por la que se asomó una antena casi indistinguible por la carcasa negra; de a poco la grieta se convirtió en agujero hasta caer en pedazos alrededor del pequeño adharano. Éste se escabulló fácilmente por el cajón de la mesa de luz hasta la habitación del señor y la señora Fry para luego salir por la ventana. Así fueron abriéndose todos los huevos y los adharanos juntándose en los basureros de cada ciudad en la que estén atraídos por la peste de la basura. De vez en cuando los veían unas pocas personas por la calle o en la misma casa pero sin preocuparse los aplastaban como cucarachas. Los adharanos se alimentaban con basura y cobraron el tamaño de un gato. El sol comenzó a asomarse por detrás de los edificios y la gente se levantaba para empezar con la rutina matutina, algunos se llevaban una sorpresa cuando iban a tirar algo al tacho de basura y veía una bola negra enorme, ya que los adharanos que no pudieron salir de la casa se conformaron con la basura de tacho; pero la mayoría de la gente se llevaba la sorpresa cuando salía a la calle para ir al trabajo o hacer las compras y veían unas enormes bolas negra por toda la calle: los adharanos estaban durmiendo luego del festín en el basurero, cuando se despertaban y la gente observaba que en realidad eran más simples bolsas de basura, gatos, piedras u otras cosas que pensaron al verlas, la mujeres empezaron a gritar y los hombres se quedaron paralizados para luego tomar del brazo a su mujer, entrar corriendo en la casa y llamar al exterminador. Todas las puertas y ventanas se cerraban con una rapidez impensada. Luego de que todos los exterminadores se encontraran con las “cucarachas gigantes” (como los llamaron) avisaron al gobierno y no quedó otra opción que declarar emergencia sanitaria. En tres días a las cuatro de la tarde pasaría un camión rociando las calles con venenos, por lo cual todos debían quedarse en sus casas un cerrar todo muy bien. A las siete de la tarde del mismo día del rozamiento se escucho un mensaje de auxilio en Adharan por parte de la generación incubada en la Tierra que venía de uno de los transmisores con los que nacen los adharanos: “ nos matan, tiene un gas toxico, necesitamos ayuda por favor…” y no se oyó más. Dicho día en todos los noticieros de la noche se hablaba de la gran invasión de cucarachas gigantes y que su muerte había sido definitiva, “no queda ni uno solo según nuestras fuentes” fueron las palabras del conductor de televisión.

Catalina Méndez

No hay comentarios:

Publicar un comentario