ASHLEY HUBERMAN 3ºF.

Publicado por: La Nación.
Viernes 12 de marzo de 1999.

Entrevista con Elsa Sánchez, mujer del autor de El eternauta y protagonista del documental independiente que se estrena en el Cosmos.
La soledad del hombre, rodeado, preso, no ya por el mar como Robinson Crusoe, sino por la muerte." Esta oración es una de las tantas del prólogo de El eternauta, una de las obras más reconocidas de Héctor G. Oesterheld.
Considerado por muchos como el fundador de la historieta argentina moderna, Oesterheld fue revolucionario como artista y como hombre. Su búsqueda de los ideales no reparó en riesgos, ni aun comprometiendo sus afectos, su vida, su familia.
H.G.O (Héctor Germán Oesterheld), el documental que se estrena el jueves 18 en el cine Cosmos, propone una mirada al artista e intelectual menos mítica y más cercana al hombre.
La presencia y las declaraciones de Elsa Sánchez de Oesterheld ofrecen los pasajes más emotivos del film. Su esposa debió soportar el inenarrable dolor cuando fueron secuestradas sus cuatro hijas, dos de ellas embarazadas y dos de sus yernos. El 27 de abril de 1977, Oesterheld fue secuestrado en La Plata. Aún hoy, todos están desaparecidos.
Con 74 años de edad y a 22 de distancia Elsa Sánchez intenta analizar los hechos que destruyeron a su familia.
A Héctor lo conoció cuando sólo tenía 17 años. Se casó a los 22 y tuvo con él cuatro hijas, Estela Inés, Diana Irene, Beatriz y Marina. "Mis hijas, en lugar de un padre, tenían el trato condescendiente de un abuelo -desliza Elsa -. Héctor era un lírico. La realidad y lo cotidiano para él no existían."
Entre las tantas definiciones que durante su vida Oesterheld recibió, su mujer está convencida de que precursor de los derechos humanos es la que mejor se adapta y que su obra deja constancia de ello.
En la cultura argentina, rodearse de mitos es un lugar común. Seres intocables que abarcan distintas disciplinas. Entre éstos se encuentra Oesterheld, que ha servido de bandera para distintos grupos. "Muchos lo consideraron comunista; otros, militante peronista, sin embargo Héctor era un hombre con ideas socialistas. Era antiperonista, pero acérrimo, porque para él Perón representaba el fascismo."
Es por ello que en 1955 rechazó la posibilidad de realizar un guión sobre la vida de Perón, aunque le ofrecieran buen dinero.
En un momento del documental Elsa hace referencia a que su marido no era capaz de ponerles veneno a los caracoles, sin embargo aceptó apoyar el movimiento Montonero. "No sé qué le metieron en la cabeza. El no era así", repite desde entonces.
En la década del 70 se vivía un gran fervor político. Sus hijas se habían sumado a la Juventud Peronista a pesar de que su padre se oponía. Tras la división en el partido, Oesterheld comenzó a mantener una estrecha relación con un joven montonero, quien en cierta forma lo hizo cambiar de parecer.
Cuando Héctor comenzó a involucrarse con Montoneros, Elsa le hizo un llamado de atención, porque veía el riesgo que corría su vida y la de sus hijas. Terminaron separándose. "Creo que nunca tomó conciencia de lo que realmente estaba pasando, salvo cuando cayó en prisión y supo que sus hijas habían sido secuestradas."
A pesar de que sabe que los años de vida no corren a su favor, con el apoyo de su nieto y de su bisnieto, espera reencontrar a sus otros nietos, aquellos que fueron arrancados del vientre de sus madres. Elsa no baja los brazos, sólo espera.